Renacer

Imagen extraída del blog El quemador de esencias (Carmen M. Olea)
Me comprometo a comportarme como es debido, a ser más obediente, y a perder totalmente el juicio si la ocasión lo requiere. No es fácil actuar bajo un guión, pero si no lo tuviéramos no podríamos romperlo, y muy probablemente perderíamos más de lo que perdemos cuando lo seguimos a rajatabla.

Comprometerse, ser obediente y perder totalmente el juicio; las tres cosas derrochan insensatez. Insensatez moral, insensatez humana. Si acatas, pierdes mundo, pierdes experiencia; si desobedeces, corres el riesgo de hacerte daño a ti mismo, y de fallar a quienes más te quieren.

A veces hay que decidir cuanto daño, o decepción, estamos dispuestos a causarnos a nosotros mismos para aprender de forma autodidacta, que es la mayor muestra de retentiva experimental posible.

Es más que probable que al caer nos atrape una especie de fuerza inexplicable que nos invite a quedarnos ahí, en el suelo, tendidos como las hojas de los árboles en otoño. Sin embargo, el inexorable momento en el que nos levantamos con nuestras dos manitas es el instante que nos hace renacer, porque hay momentos en la vida de un hombre en los que fallar es la opción más acertada.

Me comprometo a comportarme como es debido, a ser más obediente, y a perder el juicio si la ocasión lo requiere. Me comprometo a ser insensata de vez en cuando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Siempre es un placer leer vuestros comentarios!