Canción de cuna

Como el susurro de una noche en vela, una figura joven esperaba entonar su vida bajo un soplo de luz que resplandecía, ténue y aburrido, en una de las pocas farolas del puerto que no se habían fundido. La mujer vestía de rojo, su atuendo parecía caro, un Gucci, probablemente. A juego con el vestido, sus labios pintados de un rojo intenso marcaban el contrarste entre su tez clara y sus ojos verdes; y sus pendientes, largos y rojizos, que colgaban en forma de cascada, animaban la noche bailando un vals con su cabello oscuro. Esperaba de pie, incansable, como el cantar de las manos vacías, tal cual: sin abrigo, pasando frío, sintiéndose inmortal.

Imagen extraída de carloscarreter.com (Carlos Carreter)
No había redención para ninguno de los hombres que la pretendían cada noche, tampoco la había para ella. No conocía la dignidad ni concebía la imagen que daba al mundo; su oficio, el trasnochar, era lo único que la mantenía fuera de la miseria y, a la vez, lo único que la hacía miserable por dentro. Su único consuelo era entonar todas las noches una breve canción de cuna que escuchó una vez y que se aprendió de memoria:

La lluvia limpia y ensucia
al mismo tiempo,
                                     1
No dejes que en el suspiro
se pierda tu aliento
de esperanza.
                                     2
Los sueños son eternos.

9 comentarios:

  1. Triste consuelo la de esa mujer, Marina, triste consuelo.

    Saludos

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  2. Bello relato, soledad y tristeza la de esa vida, plasmada con mucha sensibilidad...
    Un placer visitarte ;-)
    Muacks!

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  3. tiene y no tiene, lo uno y lo otro,
    y qué es la vida sino una controversia entre sus "contrarios"
    .
    me gustó, saludos

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  4. Describes muy bien la escena transportando al lector a esa noche, en ese puerto. Incluso se la puede oír cantando...

    Buen trabajo.

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  5. Me gusta mucho tu forma de escribir , ese sentimiento y esas ganas que se notan cuando uno va leyendo.. tienes el don de transmitir sentimientos a traves de hermosos textos..
    Besoteees

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  6. Muy bonito relato Marina, incluso parece algo mas bello de lo que la realidad de ese oficio es...Besos

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  7. Un texto precioso, de verdad. Me ha gustado mucho, ya tienes una seguidora más;)
    Pásate por mi blog si quieres:

    http://lachicaconojosclaros.blogspot.com.es

    Un besito.

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  8. "Los sueños son eternos"

    Me quedo con esta parte de la canción, cierta y indispensable para sobrevivir!

    Un petó!!

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  9. Ya decían por ahí, tiene que llover, tiene que llover a cántaros. ¡Ay, pobre de las Penélopes que no saben que quedan pocos Ulises vivos! Pero a no desesperar, que un día de estos, con total certeza, te garantizo que sus ojos verdes reflejarán el brillo de otro par de ojos. Besos!

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