Se escribe sin letras, se siente sin ruidos.


Imagen extraída del blog Penny Lane (Valèrie)
Quédate quieto, mírame a ciegas y adivina que te respiro. Eres aire en los pulmones, una sonrisa de acierto; y para acierto, el tuyo y el mío. Un mutuo alivio, estar aquí y que estés conmigo. Nada de espejismos; eres tan real como siempre te imagino. Y te imagino si no estás, y te noto el corazón alterado cada vez que yo sonrío.

Descansa tus dedos sobre los míos, resóplate, llega hasta mí aunque no te vea los ojitos. Piénsame, persígueme entre líneas, piérdete en mis palabras y encuéntrame al final de cada punto y seguido, que no hay tiempo perdido si ya estás en mi camino, que el reloj se paró el décimo día del mes más frío.
Enamorémonos despacito, y no agradezcas todo lo que no te he escrito, que hay muchas frases que no digo, y aire que aún no hemos compartido. No corras, que aquí sigo; no me marcho, yo te sigo. Ya no hay prisa, pero sí impaciencia en todo lo que decimos. Y es que, cuando llegas, alumbras dos corazones de un solo tiro.

Juguemos al ‘nosotros’; quédate conmigo. Respírame siempre, acaríciame cuando te miro. Mírame aunque te diga que no lo hagas, haz que enrojezca incluso cuando no esté permitido. Haz que vea la luna, cada día, de un modo distinto. Que diciembre será siempre, y eso es todo lo que pido.

2 comentarios:

  1. Querida amiga: te deseo un feliz año nuevo y la capacidad de seguir creando bellas letras.
    Un abrazo!

    =) HUMO

    ResponderEliminar
  2. Ufff! Me hizo emocionar y llegar lejos... a esos lugares donde las palabras van tomando cuerpo y el ritmo se transforma en su cara.
    Excelente!
    Te invito al mío.

    ResponderEliminar

¡Siempre es un placer leer vuestros comentarios!