Graduada en Vivir por reducción al absurdo


La vida implica daños y analgésicos con que combatirla: nada seríamos sin un buen escarmiento. Supongo, entonces, que se vive de golpes y de sueños, de no saber en qué punto estamos exactamente. Deduzco que se vive de experiencia y de inocencia en el mismo grado. Ese es, verdaderamente, el título de toda mi vida. Una simple deducción que puede ser reducida fácilmente al absurdo con la base más racional y matemática de la belleza humana. 

Imagen extraída del blog Philo & Sophia 

Igual es hora de demostrar, 
por el método directo, 
que no hay absurdo que valga 
en cuestiones de moral.

1 comentario:

  1. Desde el momento en que empezamos a razonar, las preguntas no paran de surgir, en la búsqueda de repuestas más preguntas surgirán, siempre encontraremos más pálpitos que respuestas, un placer Alma
    saludos

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