Dos polos opuestos con roces innegables que siguen luchando juntos por unas mismas creencias. Condenados a entenderse a ratos, a arañar con respuestas y a matarse a silencios entre paredes que amenazan con desmoronarse.
Y aun así, dos polos opuestos empeñados en reencontrarse cuando todo se tambalea. Cuando los muros, aparentemente firmes, flaquean por ignorancia, y no queda más remedio que encontrar la fuerza en los pilares que no ceden con el paso de los años.
Dos polos opuestos por jerarquía, pero dos gotas de agua que siempre han estado en el mismo vaso. Y contra viento y marea, un fuego indivisible que augura todas las victorias que quedan por ganar. Porque a pesar de las diferencias, se esconde una verdad que ninguno de los dos quiere verbalizar.
Y es que son dos polos unidos siempre ante la adversidad. Dos polos, no tan opuestos, que luchan por la justicia y por la lealtad.
Al ser polos opuestos, forman parte de un puente que los une, por tanto, es posible lo que dices, sus luchas son paralelas.
ResponderEliminarSaludos.