 |
| Imagen extraída de weheartit.com (Ayelen Saavedra) |
La niña corría por
el prado como lo hacían las mariposas en primavera, volaba al son de los
pétalos de las flores: sonreía como pocos sabían hacerlo. Ella sabía mejor que
nadie que sus vestidos de princesa pesaban más sin barro, así que se empapaba
de inocencia en cada charco e ignoraba los muros del jardín, abriéndose paso al
mundo imaginario de las hojas verdes y del sol cálido. Era la niña del vestido arrugado, con chocolate en las manos y con heridas en las rodillas que me esfuerzo por seguir siendo: era el sueño imperceptible de una flor de verano.
muy buena prosa,
ResponderEliminarsaludos
Muchísimas gracias, Omar!
EliminarMe alegro de que te guste :)
Un abrazo.
Si respiramos profundamente y disfrutamos de las pequeñas cosas podemos volver a ser esos niños de barro que un día fuimos :-) que apenas tenían preocupaciones y todo era más bonito y feliz.
ResponderEliminarAbrazos Marina
Totalmente de acuerdo contigo, Oski! :)
EliminarNunca se disfrruta lo suficiente!
Un abrazo muy, muy fuerte! Muchas gracias por tu aportación. Me encanta saber que estás ahí.
Excelente relato. Muy inspirador. Me gustó tu espacio. Saludos!
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Ricardo!
EliminarUn placer leer tu comentario :)
¡Me ha encantado! Ha sonado muy inocente, y eso es algo que ya se ha perdido casi por completo.
ResponderEliminarUn besín desde http://www.yellowprincess006.blogspot.com.es/
Muchísimas gracias, N!
EliminarSi te soy sincera, llevo mucho tiempo luchando por no perder la inocencia, y me gusta que haya gente que se da cuenta de que mis textos esconden parte de ella.
Un abrazo muy grande! :)
"Era la niña del vestido arrugado, con chocolate en las manos y con heridas en las rodillas"
ResponderEliminarPalabras que se hacen imágenes! Molt tendre :)
Petons des del Taller!
Moltíssimes gràcies, Joan! :)
EliminarSigues siendo la niña del vestido arrugado, más sabia quizás...pero con las rodillas llenas de heridas y las manos llenas de magia. Esa Magia que nos regalas en cada uno de tus relatos :)
ResponderEliminarYo todavía me sigo subiendo a los árboles y me siento al lado de estanques misteriosos, donde escucho los versos que croan las ranas ;) Hay costumbres que nunca deben perderse!
Preciosa entrada...princesa :)
Un beso enorme!!!
Muchísimas gracias de todo corazón, Favole. No sabes cuánto me alegra leer esto. Soy partidaria de mantener la inocencia, creo que es la forma más bonita de entender la vida.
EliminarUna vez más, muchas gracias por tu comentario. Significa mucho para mí :)
Un beso muy grande!
Sé todo lo niña que puedas y resístete a madurar y a ser una mujer de provecho porque cuando llegue ese día la vida te habrá devorado.
ResponderEliminarBesos.
Eso intento, Toro. ¡Con todas mis fuerzas! :)
EliminarBesos.