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Imagen extraída de la serie Kyle XY |
Noto la sustancia,
tiene un tacto gelatinoso y cálido, es agradable, lo único que he conocido
hasta ahora. Al principio tenía un olor particular, pero ahora ya ni si quiera
puedo notarlo, ha sido el olor de mi vida, llevo oliéndolo desde que tengo uso
de razón, por eso ya no huele. También la veo, aunque tenga los ojos cerrados,
es de un color azul oscuro, similar a la tinta que usan para escribir mis
avances.
Según dicen, para
cuando despierte seré su mayor logro: capaz de ver en espectro ultraviolado, de
mover objetos con la mente, de andar flotando a un palmo del suelo sin tocarlo.
Capaz de entender la vida de forma matemática, con un potencial superior a la
media humana. Seré una buena arma, eso dicen. Espera, ¡no!, yo no quiero ser un
arma de destrucción, soy humano, o por lo menos me han implantado un cuerpo
semejante.
Si consiguen
despertarme destruirán mi bondad, mis buenas aptitudes. Tengo que impedirlo,
aunque no sé cómo. Si se hacen con mi mente estoy vendido, aniquilado. Corro
peligro, el mundo corre peligro. Si solo pudiera seguir pensando como lo hago
aquí dentro, antes de que me implanten los nuevos impulsos, podría abrir los
ojos con la misma conciencia que ahora, y entonces dejaría de ser una amenaza.
Eso haré, utilizaré
mi mente para bloquear la entrada de datos de los impulsos que vayan a implantarme,
y despertaré como un nuevo hombre en el mundo. Soy un proyecto llamado Finis
Terra, mi cerebro es el de Tais Desy, un hombre inocente al que asesinó la
organización Z.A.N.D.E.R para hacerse con su cerebro, su ultrainteligencia, por ello soy capaz de sentir compasión y amor hacia
las personas, y no voy a dejar que aniquilen su conciencia, que es la mía.
Tengo una deuda que
saldar con Tais, así que viviremos como uno solo y protegeremos a las personas.
Volveremos a la vida, en un despertar eterno porque mi sistema no envejece y mis
células no mueren. Siento cómo Tais envía la señal para que mis ojos se abran,
al fin puedo ver con claridad, veo el mundo de esos seres despreciables, veo el
mundo de los inocentes que iban a morir.
Después de romper
la cápsula llamada Burbuja, mi cuerpo logra ponerse en pie, mis ojos se clavan
con gran desafío en aquellos que osaban destruir mi futuro, y casi sin esfuerzo
mis labios expresan en su lenguaje que, por fin, se han abierto los ojos del
conocimiento.