El Rey León: el musical que conmueve al mundo

Imagen extraída de la página web vinilo.fm
El pasado 9 de Agosto tuve la increíble oportunidad de ver, en directo, el musical de Broadway: El Rey León, que subía el telón del Teatro Lope de Vega de Madrid con unas voces increíbles, unas coreografías brillantes y una puesta en escena de ensueño.

A ambos lados del escenario se habían colocado instrumentos africanos que fueron tocados en las escenas más adecuadas, y con un gusto exquisito para los oídos del público. Al inicio del musical hubo una presentación más que sorprendente de las dos personas que tocaban dichos instrumentos: fueron introducidas en la obra automáticamente mediante una conversación de coros entre ellos y la actora que representaba a Rafiki. 

Siguiendo este momento tan especial y único, se abría paso la canción inicial "El ciclo de la vida", versionada por unas voces maravillosas que nos hicieron llorar a más de uno. Esa emoción pronto se extendió por todo el público, los allí presentes se llevaban las manos a la cara y se secaban las lágrimas sin dejar de sonreír ni un solo instante. 

Fue una apertura mágica que supo encoger el corazón de los asistentes: tanto el público como los actores derrocharon felicidad a lo largo de la representación, sin dejar de lado el respeto y la profesionalidad de las respectivas partes. El glorioso momento de la presentación de Simba en La Roca del Rey tuvo como punto culminante un apagón de luces intencionado y un silencio abrumador que hizo levantar una ola de aplausos apasionados por parte del público. 

La magia había despertado en Madrid, y de la mano de Mufasa, Sarabi, Scar, Simba, Nala, Zazú, Timón, Pumba y una escenografía excelente la obra fue avanzando entre lágrimas, risas y sueños cumplidos. Creo que esa fue la clave del éxito final de la obra: el inicio, el despertar de la magia; aunque es innegable que dicha magia debe mantenerse siguiendo el hilo de la historia. 

Desde luego lo consiguieron: consiguieron emocionar, hacer reír; consiguieron que soñáramos, que volviéramos atrás en el tiempo, que recordáramos. Lograron que nos viéramos delante de la televisión, metiendo la película en el VHS e ir corriendo hasta el sofá para no perdernos ni si quiera un segundo.

Consiguieron ilusionarnos... y lo más importante, consiguieron transmitir la mayor verdad de esta vida: la magia vive en uno mismo.

Gracias por hacerme recordar
que la magia no se va,
que la magia vive en mí.

Os enlazo el tráiler del musical para que podáis disfrutarlo:

2 comentarios:

  1. Yo también he tenido el privilegio de poder ver esta obra, y con este escrito has conseguido transmitir exactamente los sentimientos que sentía en ese momento.

    Muchas gracias.

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  2. UH que hermoso poder disfrutarlo!!!

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